sábado, 8 de febrero de 2014

CAPITULO 1


mayo 2012
Londres
No sé una mierda sobre política americana. No necesito
saber. Soy un ciudadano británico y el Parlamento es lo suficientemente confuso. La política no me interesa mucho. Pero me veo obligado a trabajar en torno a los productos derivados de los asuntos políticos todo el tiempo.
Trato en materia de seguridad, tanto privada como para el gobierno británico. Soy bueno en mi trabajo. Me lo tomo muy en serio. En mi negocio tienes que ser bueno, porque cuando no eres bueno… la gente muere.
Un congresista de los Estados Unidos se estrella en un accidente aéreo. Interés periodístico, por supuesto. Pero cuando dice que el congresista era el probable candidato a la vicepresidencia para la parte recusante y las elecciones están solo a meses de distancia, entonces sehace noticia mundial en un latido. Especialmente cuando la gente que
quiere el poder va a hacer casi cualquier cosa para asegurarse que el titular nunca pase a segundo plano. Luchando por un remplazo, el Partido Republicado comprensiblemente necesita llenar el espacio vacío en su
candidatura. Y así es como llegué a descubrirla.
Primero recibí un correo electrónico de su padre. Una voz de mi pasado extendiendo un saludo cordial y un reconocimiento de donde habíamos terminado ambos. Bastante justo. 
Mi pasado ha sido uno colorido, incluyendo ambos, el bueno y el malo, y él vino a mi vida durante una de las partes buenas.
Después llegó una llamada telefónica donde me decía que tenía una hija viviendo en Londres. Estaba preocupado acerca de su seguridad y me dio algunos detalles preliminares sobre el porqué. Fui cortés y bastante
seguro que no tenía por qué involucrarme.
Mi trabajo me tenía sobrecargado tal como estaba.Organizar la seguridad VIP para las XXX Olimpiadas de Londres prácticamente consumía mi tiempo y no tenía nada que perder por la hija de un conocido con el que me había encontrado en un torneo de póquer hacía más de seis años.
Le dije que no. 
Estaba incluso dispuesto a derivarlo a otra firma privada de seguridad como un favor personal cuando él jugó su carta. Los jugadores de póquer saben cuando mostrar sus manos.
Me envió su foto en un segundo correo electrónico.
Esa foto lo cambió todo. No fui el mismo después de verla y tampoco pude volver al hombre que había sido antes de hacerlo. No después de conocernos en la calle esa noche. Mi mundo entero se alteró debido a una fotografía. Una fotografía de mi hermosa chica americana.

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