jueves, 27 de febrero de 2014

CAPITULO 64



Me miró por un momento y sacudió la cabeza, sus ojos
disparándome dagas. Su barbilla se alzó imperiosamente antes de que
caminara a zancadas hacia el Rover y entrara. Ignoré su comportamiento,
pensando que yo estaba siendo malditamente generoso por las
circunstancias. Le escribí un mensaje a Pablo para informarle que la
encontré y le hice esperar un rato mientras lo hacía. Ella estaba encerrada
en el coche y no podía ir a ninguna parte por ahora, al menos.
La miré. Me miró. Estaba enfadada conmigo. Yo estaba más allá de
enfurecido con ella.
—No vuelvas a hacer eso —dije en términos inequívocos.
—¿Qué, salir a caminar? ¿Comprar café? —Hizo un puchero y miró
por la ventana. Su móvil se iluminó y sonó. Lo revisó mientras aceptaba la
llamada—. Sí, estoy bien, Luis. Pido disculpas por lo pasó, pero no te
preocupes. Solo una pequeña pelea de novios —Me sonrió mientras le
decía a ese cabrón envanecido que yo estaba teniendo un mal día.
Quería arrancarle el móvil de las manos y lanzarlo por la ventana. Y
probablemente lo habría hecho si ella no lo hubiera apagado y guardado
en un bolsillo.
—Sabes lo que quiero decir, Paula, ¡Y no te burles de mí con él,
joder!
—¡Me avergonzaste hace unos momentos, Pedro! Luis piensa que
eres…
—Me importa una mierda lo que ese gilipollas piensa. ¿Quién es él,
de todos modos?
—Es un buen tipo y un amigo —No me miró a los ojos cuando lo dijo
y lo supe. ¡Joder, lo sabía!
—¿Le dejaste que te follara, Paula? ¿Sabe qué tu coño fue hecho
sólo para follar? ¿Ha puesto sus manos sobre ti, su polla dentro de ti?
¿Eh? En verdad quiero saberlo. Háblame sobre ti y Luis, el buen tipo.
—Ahora mismo eres un imbécil —Cruzó los brazos bajo sus pechos y
contempló los limpiaparabrisas—. No te voy a contar nada.
—¿Te lo follaste?
Se removió en su asiento y me lanzó una mirada que envió una
oleada de dolor a mi polla.
—¿A quién te follaste antes de posar tu mirada en mí, Pedro?
¿Quién fue la afortunada chica? ¡Sé qué no pasó más de una semana
cuando tuvimos nuestra primera vez! —Comenzó a agitar sus manos
haciendo gestos—. ¡Dijo el chico que piensa que una semana es mucho
tiempo para estar sin sexo!
¡Bueno, mierda!
Ese no era un pensamiento bueno, porque ella tenía razón. Odiaba
admitirlo, pero no podía decirle el nombre de la última mujer con la que
había estado. ¿Pamela? ¿Penélope? Algo con P… Tomas lo sabría, él tenía
una larga lista de amigas y nos presentó. Fruncí el ceño al darme cuenta
de que realmente no podía recordar, y el hecho de que quién fuera que
hubiera sido, no la había hecho, o al polvo, más memorable que la letra de
su nombre.
—¿Tienes problemas para recordar su nombre?—preguntó
Paula.
Sí.
—¿De qué color tenía el pelo, eh?
Rubio fresa al natural. Recuerdo eso.
—¿Ibas a volver a follarla, Pedro, si no me hubieras conocido? —
continuó burlona.
No respondí. Arranqué el coche y salí al tráfico, queriendo
únicamente volver a casa y tal vez volver a donde habíamos estado tan solo
unas horas antes. Odiaba discutir con ella.

3 comentarios:

  1. Geniales los 3 caps!!!!! Los celos de Pedro me dan risa jaja

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  2. wow me encantaron los capítulos,buenísimos!!!

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  3. Geniales los 3 capítulos! Pedro va a tener que controlar esos arranques de celos! Es terrible!

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