viernes, 12 de septiembre de 2014

CAPITULO 198




PEDRO



24 de diciembre


Londres


—ES hermosa, inteligente, sexy como el infierno, y es genial con la comida. —Llegué a ella por detrás pegándome a su cuerpo mientras trabajaba en la encimera de la cocina—. Trata en otros lugares —dije, apropiándome de un bizcocho de azúcar en forma de pájaro y haciéndolo estallar en mi boca—. Dulce y… tú. —Agarré un puñado de su trasero y le di un apretón mientras el dulce de mantequilla se derretía en mi boca.


—Ladrón —dijo.


—Me quieres a pesar de mi robo. —Froté mi nariz con la parte posterior de su oreja.


—Lo hago, es cierto. La primera cosa que robaste fue mi corazón —dijo dirigiéndose a mis labios por un beso dulce—, y nunca quiero que me lo devuelvas.


—Eso es algo bueno, porque es todo mío —murmuré antes de que saqueara sus labios con mi lengua.


—Dices las cosas más agradables para mí.


—Pero todas son verdaderas —dije, haciendo que me mirara, con las manos ligeramente entrelazadas bajo su espalda—. Eres hermosa. —Otro beso profundo—. Retorcidamente inteligente. —Arrastré mis labios por su mandíbula y su cuello—. Tan sexy que me haces arder. —Moví mi boca más abajo, hacia el escote que día tras día estaba creciendo más—. Y una bruja-cocinera experta. —Molí mis caderas en las suyas, dándole una buena sensación de exactamente cuánto apreciaba todos sus talentos.








PAULA



—Fue hace un año cuando nos cruzamos en una tienda de acuarios, sin tener idea de que llegaríamos a este lugar en nuestra vida juntos. —Arrastré mis dedos sobre el brazo de Pedro mientras estábamos tendidos en el sofá en nuestros costados, mirando las luces en el árbol enmarcado por las luces de la ciudad de Londres—. ¿Te acuerdas?


—Oh, sí. He recordado muy bien cada día desde que apareciste. Cada vez que veo a Simba en su tanque, lo recuerdo. —Frotó mi vientre en un círculo, con sus manos tocándome en cualquier lugar que cómodamente pudiera alcanzar en nuestra posición—. Sobre todo con mi regalo de cumpleaños, que es perfecto, por cierto. Estoy seguro de que incluso Simba está de acuerdo.


—Me alegro que te guste, cariño. Eres un tipo duro de comprar. Sin embargo, Dory es la novia perfecta para Simba, él definitivamente necesitaba a una buena mujer para mantenerlo a raya.


Él se rio entre dientes.


—Justo como yo.


—Eso es cierto, pero todavía falta mucho para mi cumpleaños. Tú me compras un carro de lujo y obtienes un nuevo pez.


—Me encanta mi nuevo pez —dijo indignado—, un pez cirujano azul para mi cumpleaños era mi mayor deseo.


Me reí de su estupidez, era encantador que mi chico serio pudiera bromear y burlarse de mí tan fácilmente. A pesar de sus experiencias de vida, Pedro fue bendecido con un maravilloso sentido del humor, que yo apreciaba en él. 


Podía hacerme reír tan fácilmente como podía hacerme arder. Un hombre con un talento único.


—Así que, realmente, hoy es una especie de aniversario entre nosotros si piensas en ello —dije.


—Un año. —Inhaló fuertemente en mi cuello—. Ni siquiera puede verte bien, pero sí recuerdo tu sombrero púrpura y la bufanda, y por supuesto, cómo fuiste alcanzada por la tormenta de nieve en Noche Buena.


Teniendo en cuenta que era invierno y estábamos desnudos en el sofá de la sala de estar, me sorprendió lo caliente que me sentía, sin ningún tipo de frío incómodo en la habitación. Sexo caliente y un horno radiante pegado contra mi trasero, en la forma de mi esposo, funcionaban de maravilla, al parecer.


—Bueno, la nieve era mágicamente hermosa, y tienes que entender que una nevada de Navidad para una chica de Cali es probablemente un acontecimiento de una vez en toda su vida.


—Nunca se sabe, ahora que vives aquí, podrían nevar de nuevo algunas Navidades. —Sus labios rozaron la parte de atrás de mi cuello.


—Es cierto. —Me estremecí bajo sus labios haciendo trazos sobre mi piel desnuda—. También me acuerdo de estar celosa de esa mujer que llegaba a olerte todo el tiempo, y era divertido, pero yo tampoco te veía a ti. Si lo hubiera hecho, habría sabido que eras el chico de la noche del espectáculo de Oscar.


Me besó a lo largo de la parte superior de mi hombro.


—El espectáculo de Oscar, la mejor noche de mi vida.


—No para mí —dije, acurrucándome más profundamente contra él—. Estoy bastante segura de que ahora mismo es la mejor noche de mi vida.


—Mmmm… ¿no te importa que no estemos en alguna noche festiva por la temporada?


—Umm, no, no en absoluto. Además, vamos a tener un día completo de ello mañana en la casa de tu papá.


—Preferiría haber pasado la Navidad en Stonewell en vez de aquí —dijo en voz baja, con una mano deslizándose hacia arriba de mi torso y acariciando un pecho, levantando el peso y rodeando el pezón—. Pero no podríamos haber hecho esto… así que tal vez no.


Me reí de su lógica.


—Sí, cubos de pinturas y poderosas herramientas plantean un problema para poder encontrar lugares cómodos para echar un polvo. —En realidad habíamos considerado pasar las vacaciones en el país, pero las renovaciones en curso en Stonewell nos ayudaron a tomar la decisión de quedarnos en Londres en su lugar. Aquí, las cosas estaban en su mayoría organizadas, con la excepción de la conversión de un dormitorio vacío en el cuarto del niño.


—Imagino que habría encontrado una manera de violarte en medio de todo ese equipo gigantesco —dijo susurrando en mi oído, mientras empujaba contra mi culo, con una longitud caliente de masculinidad queriendo más de lo que ya habíamos hecho.


Una vez nunca era suficiente para Pedro, y estaba perfectamente bien con eso. Tenía esperanza de que su necesidad no se fuera a ningún lado. No creía que pudiera prosperar sin ella.



****


—Quiero esto —dijo con voz áspera, introduciendo dos de sus dedos en mi entrada trasera con una presión determinada, enviando sacudidas de excitación, disparándose por todas mis zonas erógenas.


—Sí… está bien. —Dos palabras y ya había terminado de hablar. La mayoría de las conversaciones que podía manejar en mi creciente estado de estimulación. La anticipación de lo que iba a hacer con mi cuerpo me enviaba dentro de una neblina sexual de necesidad y deseo, dejándome incapaz de vocalizar demasiado. Nunca importaba lo que fuera que hiciera, lo haría bien. Pedro se aseguraría.


—Me dejas sin aliento —ronroneó por detrás, donde se encontraba trabajando para prepararme para tomarlo dentro. Sabía que estaba mirándome fijamente, excitándose por la visión de verme de rodillas e inclinada hacia adelante. 


Sentía las gotas del lubricante que bombeaba desde la botella para ayudarle a facilitar el camino. Era grueso, ancho y perfecto, pero aun así apreciaba la lubricación.


Sus manos se apoderaron de mis nalgas y las abrieron.
Me di cuenta de lo que se avecinaba el instante antes de que lo sintiera. Su gloriosa lengua.


Pedro usó eso en mí primero, la suave burla de mi estrecho agujero, conduciéndome a una especie de estado indefenso donde me estremecía, flotando entre este mundo y otro lugar.


Detuvo su lengua y se colocó en posición.


—Lo haces, nena. Me dejas sin aliento. —La cabeza de su pene fue contra mi carne—. Cada vez. —Empujó hacia adelante, penetrando con solo la punta de su pene—. Mierda. —Sentía la enormidad de su carne tratando de fusionarse con la mía, la intensidad de su necesidad de hundirse en mí y las ansias que sentía por que lo hiciera— ¡TIEMPO! —gritó en un gemido fuerte, y su pene se deslizó dentro, llenándome en todo su camino hasta la raíz, sus bolas golpeando contra mi sexo con una sacudida.


—¡Oh! —Di un grito ahogado ante su dura, pero hermosa invasión, deshaciéndome por la calidez sexual y la extrema sensación de saciedad que rayaba en dolor, pero sin cruzar la línea. Justo mostrándome la verdadera intensidad que estaba por venir, una vez que empezó a moverse dentro y fuera de mí en largos movimientos a propósito. Comencé a temblar, casi fuera de mi mente con sensaciones tan intensas que apenas podía respirar.


—¿Estás bien, hermosa? —dijo con voz áspera en la parte posterior de mi oreja, con su barba raspando mi piel mientras clavaba su barbilla en mi hombro para contenerse, esperando mi respuesta. Buscando mi aprobación, para él, de él tomándome, de la dominación física de mi cuerpo.
Yo siempre se la daría. Lo deseaba tanto.


—Síííí. —Rodé mi cabeza hacia atrás, incapaz de decir más de una palabra más. Tenía que concentrarme en mantenerme entera antes de que explotara en millones de pedazos. Nuestra unión se sentía tan abrumadora.


—Oh, mierda, sí. —Llenó una de sus manos con mi cabello y empezó a moverse dentro de mí, largos y cuidadosos deslizamientos de carne masculina perforándome con exquisita deliberación—. Tan bueno, nena… —Gimió con cada embestida, llenándome profundamente, llevándome a lo largo de un viaje erótico, un viaje lleno de lujuria y de sensación—. Eres tan hermosa… y jodida e increíblemente sexy —canturreó, trabajando su pene con la habilidad que había llegado a conocer y a amar. Poseyéndome por completo, cada parte de mí al descubierto.


También escuché algo más en su voz. Una especie de desesperación —un frenético deseo de fundirse conmigo. Un deseo oscuro ansiando que su cuerpo envolviera el mío completamente, no podía haber ninguna delimitación dónde empezaba y terminaba. Su pene, sus dedos, su lengua, su aliento, su semen —su todo, lo quería dentro.


Y así, Pedro me tomó hasta que me elevó a los más altos picos de la liberación, y me sostuvo cuando me rompí en billones de fragmentos de gloria resplandeciente. Tragó mis gritos con su boca, y me dio más de él, su pene hinchándose con irracional dureza, preparada para estallar.


Dijo cosas mientras se venía, estremeciéndome con declaraciones de amor y adoración… solo para mí… y así me llenó de sí mismo.

7 comentarios:

  1. Respuestas
    1. ok gracias me voy a tardar en leerlo porque el miercoles este no el 24 tengo examen y se me va a ser imposible conectarme hasta despues del examen besos y gracias por responder

      Eliminar
  2. Espectaculares los 3 caps!!!! Me dejó intrigada por qué Paula no le contó de su encuentro con facundo en el ascensor.

    ResponderEliminar
  3. Creo q fue un error q ella no le contara lo de Facundo. Ojala no la siga jodiendo ese tipo , le tengo desconfianza

    ResponderEliminar