lunes, 15 de septiembre de 2014

CAPITULO 207



PEDRO




FINALMENTE. La olí de nuevo. Su olor estaba en mi nariz y lo respiré. Una bocanada de Paula. Pero ¿cómo podía ser eso? Le había dicho adiós arriba de esa montaña. Sin embargo, se sentía diferente.


Muy diferente.


Ahora podía sentir mi cuerpo. Mis manos, mis pies, mi cabeza. Eso quiere decir… ¿qué lo he logrado? ¡Oh, jodida mierda, sí! Sentí euforia. Estaba vivo… y Paula estaba cerca. Era tan bueno… lo que fuera que estuviera haciéndome. Masajes de dedos a través de mi cabello, una y otra vez. Dedos que conocía bien. Pertenecía a una mano que había sentido, sostenido y besado. La mano frotaba lentamente mi cuero cabelludo. Su mano, la mano de Paula me tocaba, y eso era la cosa más maravillosa y jodidamente perfecta. Quería decirle lo mucho que la amaba, y que iba a estar bien, pero aún no podía hablar. Todo lo que podía hacer era respirarla y saborear la sensación de ella tocándome. De alguna manera, por alguna milagrosa intervención, había sobrevivido. Recordé las alas del ángel sosteniéndome cuando estaba flotando entre la vida y la muerte. Era un enorme recordatorio de otra época cuando eso me había sucedido.


Gracias, mamá. De nuevo.


Sentía un completo y total alivio, y sabía que podía dejar de luchar ahora… y solo dormir un poco más, con mi chica a mi lado.



PEQUEÑAS patadas y codazos retumbaban contra mi mano. Me encantaba. Siempre me hacía sonreír. Sabía exactamente lo que estaba sintiendo. Olivia-Teo estaba hablando con papá. Te has vuelto más fuerte, pequeño. 


Froté mi mano sobre el bebé, tratando de imaginar qué parte de su cuerpo era cuál. ¿Eso era un pequeño trasero o la corona de la cabeza? Más patadas golpearon mi palma y me hicieron reír. Era el mejor maldito sentimiento en el jodido mundo. Al igual que una bendición —un regalo que no esperaba— perfectamente hermosa.


—Pedro se rio. ¿Lo escuchaste, Tomas? Se está riendo por las patadas del bebé. —Conocía esa voz. Esa era mi Paula hablándole a Tomas.


Abrí los ojos.


—Funcionó —dijo ella en un susurro—. Regresaste a mí.


El rostro de Paula era un desastre de lágrimas y preocupación. Lucía exhausta con círculos oscuros debajo de sus ojos y su cabello todo revuelto. Sus ojos estaban vidriosos por llorar. Pero la visión de ella tan cerca de mí, era la vista más hermosa que mis lamentables ojos jamás habían contemplado en toda mi vida.


—Paula… nena… —sonreí y me quedé mirando cada centímetro de su rostro, empapándome de la visión de ella por un momento—. Te imaginé en la cima de esa montaña, para que me ayudaras a entrar en calor… y a encontrar un lugar seguro a dónde ir. Simplemente te imaginé, y supe que las cosas estarían bien, y que estaba feliz, no tenía miedo.


—Oh, Pedro,PedroPedro… —sollozó, aferrándose a mi pecho y meciendo su frente hacia atrás y hacia adelante.


 Tomé nota de dónde estábamos y me imaginé que era una cama de hospital, y ambos estábamos acostados en nuestros costados, el uno frente al otro. Mi chica se había arrastrado a la cama del hospital conmigo, al parecer, porque podía olerla. Ella incluso había dado un paso más lejos poniendo mi mano en su vientre para que pudiera sentir a Olivia-Teo pateando lentamente desde su interior. Ambos me habían llamado de regreso.


Levanté la mirada hacia mi primo y capté las palabras, bienvenido de regreso, murmuró hacia mí.


Gracias, murmuré de regresó, agradecido de que hubiera ayudado a Paula mientras estaba fuera. Entonces él me sonrió y salió por la puerta, moviendo rápidamente la mano en su oreja con el universal gesto de “llámame”.


—Te amo tanto —susurré, intentando mantener mis emociones bajo control. Llevé mi mano a su barbilla y la forcé a levantar la cara para encontrarse con la mía. 


Necesitaba mirar sus ojos primero. Luego, una vez que me hubiera sumergido en toda su gloria multicolor, tendría que besarla durante un muy, muy largo tiempo.


Creo que ella estaba un poco en estado de shock porque seguía diciendo la misma cosa una y otra vez.


—Regresaste a mí.


—Lo hice, mi hermosa, porque tú me trajiste de regreso. Tú lo hiciste… y un ángel también ayudo.

3 comentarios:

  1. Hermosos capítulos! por un momento pensé q se había ido! Menos mal q sobrevivió! Otra vez van a estar juntos!

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  2. Ayyyy ¡ me llore todo.. regreso al fin ¡! Ojala tengan un poco de paz ahora y diafruten de la vida ♥ hermoso capitulo

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  3. Que lindo que pepe este bien!!! Buenisimo!!!

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